Tory Burch acaba de estrenar su flamante tienda insignia en el epicentro del lujo en Beverly Hills. Ubicada en el 366 N. Rodeo Drive, la boutique de tres plantas se presenta como una escultura viva: una fachada ondulante recubierta de cerámica que destella bajo el sol californiano y un interior que deslumbra con un atrio inundado de luz natural, escaleras de mármol y muros curvos de yeso.
Para celebrar, Burch ofreció el lunes pasado una velada íntima que congregó a figuras de la moda, el cine y la música como Kate Hudson, Ciara, Rachel Brosnahan, Jodie Turner-Smith, Kelly Rowland, Lana Condor, Madelaine Petsch y Awkwafina, entre otras, quienes lucieron prendas de la colección Fall/Winter 2025.


El encuentro arrancó con cócteles en la boutique y culminó con una cena en Mr. Chow, amenizada por los DJ sets de Pee Wee (Anderson Paak) y Mad Marj, la trompeta de Maurice “Mobetta” Brown y un número de Matt Cooper, mientras el fotógrafo Andrew Tess inmortalizaba la noche en Polaroids.
La inauguración de la flagship store de Tory Burch coincidió con la llegada de la colección Spring 2025, mostrada originalmente en la antigua Domino Sugar Factory de Brooklyn. Inspirada en la plasticidad del movimiento y la fuerza silenciosa del deporte, la propuesta fusiona ballet, esgrima y natación en siluetas que reflejan feminidad dinámica y belleza cinética.
La erosión del tiempo
Concebido junto al colectivo neoyorquino Art Groove y un selecto grupo de artesanos, la flagship store funciona como galería viviente pues la planta baja se dedica a bolsos; la segunda, a calzado y las líneas deportivas de tenis, golf y activewear; y la tercera, bañada en luz cenital, exhibe la colección ready-to-wear, alta joyería y un exclusivo salón VIP que destila la discreción chic de Los Ángeles.



Cada elemento busca conmover. Muebles vintage y antigüedades elegidos personalmente por la diseñadora generan un ambiente cálido y ecléctico donde confluyen modernismo sueco, art déco francés, minimalismo shaker y expresividad italiana. La paleta —limoncello, tabaco, óxido y musgo— rinde tributo a la primera tienda de Nolita, subrayando la evolución constante de la firma.
“Trabajar en esta tienda ha sido un proceso profundamente personal. Refleja lo que más amo de Los Ángeles: esa fusión entre el diseño contemporáneo y la belleza natural del paisaje californiano”, compartió la diseñadora Tory Burch.

Por su parte, Rodeo Drive es uno de los destinos de compras más emblemáticos y lujosos del mundo. Esta icónica avenida de tres cuadras alberga una cuidada selección de boutiques de alta moda, joyerías exclusivas y casas de diseño internacional, convirtiéndose en un punto de encuentro para celebridades, coleccionistas y amantes del lujo.