En la idílica región de los valles del Pas se encuentra un hotel de ensueño, ideal para los amantes de la historia y los buscadores de aventuras, El Palacio Boutique Antique Palacio de la Helguera.
Este apacible establecimiento de la cadena Relais Chateaux se encuentra rodeado por rincones con mucha magia.
La naturaleza y la desconexión, en su máxima expresión, son los auténticos protagonistas en esta región que ofrece rutas de senderismo que permiten explorar este paisaje de una belleza sobrecogedora.
Los bosques de hayas y robles, poblados de aves y pequeños mamíferos, se convierten en un refugio de paz y serenidad para aquellos que buscan escapar del bullicio de la vida moderna.
Tradiciones con mucho encanto
En los alrededores de la Helguera, el suave aroma del rocío y la hierba impregnan el aire, creando una atmósfera mágica y serena.
La cultura pasiega se ha mantenido arraigada, y sus habitantes han sabido preservar las tradiciones que se remontan a tiempos ancestrales. El ganado, en particular la cría de vacas y caballos, ha sido una parte fundamental de su forma de vida.
Los pastizales frescos y la abundancia de agua han permitido a los pasiegos desarrollar una tradición lechera reconocida a nivel nacional.
Sus quesos artesanales, elaborados con esmero y cuidado, son auténticas delicias gastronómicas que han conquistado los paladares más exigentes.
Pasado y presente en los valles pasiegos
Los encantadores pueblecitos pasiegos, que rodean el palacio, son verdaderas joyas de la arquitectura rural. Casas de piedra con tejados a dos aguas se apinan en las laderas, formando un paisaje pintoresco y armonioso.
Cada callejuela empedrada parece contar una historia, y las plazas, presididas por robustos robles, invitan a la contemplación y al descanso.
El arte sacro también ha dejado su huella en esta región. Iglesias románicas y ermitas perdidas en la montaña se erigen como testigos silenciosos de la devoción de sus habitantes.
La Iglesia Parroquial de San Miguel, en Puente Viesgo, es un ejemplo sublime de la arquitectura religiosa de la zona. Su austera fachada de piedra y sus delicados detalles esconden un interior de gran esplendor, con retablos barrocos y frescos de incalculable valor.
Descubre una de las catedrales de la humanidad
Situada a escasos minutos en coche del Palacio de La Helguera se encuentra la Cueva del Castillo.
El descubrimiento de esta maravilla subterránea en 1903, a manos de Hermilio Alcalde del Río, marcó el inicio de una profunda exploración de las primeras manifestaciones rupestres de Cantabria.
La entrada de la cueva abre paso a una secuencia arqueológica impresionante que abarca desde el Paleolítico inferior hasta la Edad del Bronce, extendiéndose a lo largo de más de 120.000 años. Una de las joyas de la corona de la Cueva del Castillo es la representación de la constelación Corona Borealis, una de las más antiguas muestras de observación estelar conocida en la historia.
Algunas de las pinturas que contiene esta cueva podrían tener una antigüedad superior a los 40,000 años, lo que las convierte en algunas de las representaciones más antiguas conocidas hasta la fecha.
La Cueva de El Castillo constituye, sin lugar a dudas, un portal al pasado remoto que deslumbra con su riqueza arqueológica y un testimonio vivo de la creatividad y el ingenio de nuestros ancestros en los albores de la civilización europea.
El Palacio Boutique Antique de la Helguera
Este bello palacio del siglo XVII se erige en un entorno que hará las delicias de los más sibaritas. Desde sus fachadas de sillería hasta los suelos de madera de roble y olmo, cada rincón respira la esencia de la noble familia Ceballos, cuyos misterios y leyendas se entrelazan con la historia de este majestuoso establecimiento.
Dejarse transportar a otra época es fácil, mientras paseas por las grandiosas estancias, preservadas con esmero por sus actuales propietarios.
Los muebles de anticuario, las vajillas de colección y los tejidos de lino y seda, cuidadosamente seleccionados por la afamada interiorista Malales Canut, narran su propia historia, fusionándose con el ambiente palaciego de la Vieja Europa de hace más de cuatro siglos.
Descanso de reyes
Las 11 habitaciones, bautizadas con nombres de ilustres personajes, como la del Duque de Wellington, te invitan a descansar en un auténtico regazo de lujo.
Camas con dosel y vistas panorámicas a las exuberantes colinas de los valles pasiegos te transportan a un mundo de elegancia y confort digno de los más sibaritas.
Gastronomía con influencia criolla
Su restaurante Trastámara, donde el chef Renzo Orbegoso Hinojosa fusiona la esencia de la cocina cántabra con influencias latinoamericanas es todo un descubrimiento para los amantes del buen yantar.
Desde aperitivos de yuca hasta el solomillo Virrey de Perú, cada plato es una obra de arte culinaria que deleitará incluso a los comensales más exigentes.