Estados como Tabasco, Chiapas y Guerrero destacan por su producción de cacao de alta calidad. Estas regiones ofrecen un entorno ideal para su cultivo, gracias a sus condiciones climáticas y su suelo fértil. Chocolateras como Lady Godiva se han especializado en la creación de productos de cacao enfocados en la calidad y la artesanía, promoviendo la tradición cacaotera del país.
Vino mexicano
La viticultura en México comenzó en el siglo XVI, con la llegada de los colonizadores españoles. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando el vino mexicano realmente comenzó a florecer. Bodegas de Santo Tomás, establecidas en Baja California, han sido fundamentales en este desarrollo. Fundadas en 1888, son una de las vinícolas más antiguas del país, y han sido pioneras en la producción de vinos de alta calidad.
Chocolate y vino tinto
El maridaje de chocolate y vino tinto es una experiencia sensorial que celebra la riqueza y complejidad de ambos productos. El cacao, con sus matices variados, se complementa maravillosamente con los vinos tintos, que aportan notas de frutas, especias y taninos que realzan los sabores del chocolate. Esta combinación no solo deleita el paladar, sino que también ofrece beneficios para la salud, al contener antioxidantes y nutrientes.
Lady Godiva y Bodegas de Santo Tomás
En una colaboración inédita, Lady Godiva y Bodegas de Santo Tomás, dos marcas 100% mexicanas, han creado una línea exclusiva de chocolates que incorpora la esencia del vino tinto en el cacao. Esta alianza combina la rica tradición del cacao con el prestigio de los vinos de Santo Tomás, resultando en un chocolate que captura la profundidad y el carácter de ambos productos.
Una experiencia cultural y gastronómica
La combinación de sabores que ofrece esta línea de chocolates brinda una experiencia de degustación que celebra la herencia y creatividad de la cultura mexicana. Cada bocado es un viaje que nos conecta con la historia del cacao y del vino en el país, destacando su singularidad y la pasión que los productores tienen por su trabajo.
