El mercado del cacao se enfrenta a tiempos difíciles, con un encarecimiento alarmante que ha asustado tanto a los grandes productores como a las pequeñas empresas dedicadas a la elaboración de chocolate.
Según los últimos datos, el precio del cacao ha aumentado un 90% en lo que va de año, alcanzando los 8.247 dólares por tonelada, muy por encima de los 4.196 dólares de finales de 2023.
Esta rapidez en la escalada de precios está causando estragos en la industria del chocolate, incluyendo a los pequeños productores de chocolate de especialidad, como según Raquel González, cofundadora de Kaitxo Chocolates, ubicada en Balmaseda, Bizkaia.
La situación en África Occidental, que produce alrededor de dos tercios del cacao a nivel mundial, ha sido crítica.
Las prolongadas sequías en países como Costa de Marfil y Ghana han hecho que se prevea una cosecha un 30% más pequeña en comparación con años anteriores.
Los efectos de la sequías y el que muchos terrenos de plantaciones están siendo destinados a la minería y la búsqueda de oro está suscitando muchas incógnitas en el mercado.
Además, encarecimiento del cacao, junto con el aumento del precio del azúcar y otros ingredientes, amenaza a toda la cadena de producción y distribución del chocolate.
Kaitxo Chocolates se distingue por su compromiso con la calidad, elaborando chocolates utilizando técnicas de “bean to bar”.
De acuerdo con Raquel González, cofundadora de Kaitxo Chocolates, “la selección de cacaos de calidad en origen es fundamental para nosotros, pero este encarecimiento está complicando mucho nuestro trabajo”.
A través de su método bean to bar, Kaitxo busca poner en valor el trabajo realizado desde el cultivo hasta el producto final, transformando cacaos con características únicas en deliciosas tabletas de chocolate.
Raquel continúa, “aunque la calidad sigue siendo nuestra principal prioridad, los precios elevados del cacao han comenzado a reflejarse en nuestros productos. Necesitamos encontrar un equilibrio entre mantener la calidad y ser competitivos en el mercado”.
Este dilema es compartido por muchos productores en la industria del chocolate de especialidad, que ven cómo los tumultuosos cambios en el precio del cacao ponen en jaque su viabilidad.
Las industria bean to bar no es la única afectada. Grandes empresas como Lindt y Mondelez han reportado caídas en sus acciones debido a la incertidumbre en el mercado del cacao.
Lindt, por ejemplo, admite que han tenido que incrementar sus precios en un 7% para compensar el alza del costo del cacao. Sin embargo, los consumidores están cada vez más conscientes de la calidad y la ética detrás de sus elecciones alimentarias.
Esta conciencia podría jugar a favor de marcas más pequeñas y comprometidas, como Kaitxo, que ofrecen productos premium y sostenibles.